“Las capacidades las tenemos todos; el rendimiento puede variar, pero la diferencia entre hombres y mujeres no debería existir”, aseguró Miriam Reibel, integrante de la Red de Mujeres Policías, durante una entrevista en la que abordó las problemáticas y los desafíos dentro de la institución.
En el último ingreso a la Policía de Santa Fe, los porcentajes de aspirantes seleccionados dieron un giro en comparación con años anteriores: 80% hombres y solo 20% mujeres. Según Reibel, esta disparidad se atribuyó a la jubilación masiva de hombres en el año anterior, aunque ella considera que “esto amerita una reflexión”. La activista cuestionó la idea de basarse en “estándares policiales mundiales”, destacando la necesidad de adaptarse a las realidades locales: “Estamos en Argentina, en Santa Fe, y no debería haber diferencias de género; las capacidades existen en ambos sexos”.
Diferencias territoriales y logísticas
Otro punto de discusión fue la distribución territorial de los efectivos. Reibel explicó que muchas veces los agentes asignados a Rosario provienen de lugares alejados como Reconquista, lo que genera tensiones logísticas y personales: “La idiosincrasia de cada región es distinta. No se puede esperar que alguien de Reconquista se adapte fácilmente a las particularidades de Rosario”. Además, mencionó la reducción de escuelas de formación policial en la provincia, lo que dificulta el acceso a la capacitación.
Desde la Red de Mujeres Policías señalan que el acompañamiento institucional sigue siendo insuficiente. Reibel lamentó la eliminación de protocolos que garantizaban beneficios como la cercanía al domicilio para mujeres embarazadas y lactantes: “Habíamos logrado avances importantes, pero hoy vemos retrocesos. Esto afecta no solo a las mujeres, sino al funcionamiento general de la fuerza”.
Sobre la vocación policial, Reibel destacó que muchos ingresan a la institución con deseos genuinos de ayudar, pero se enfrentan a un sistema que no siempre los acompaña: “Esa vocación inicial se desgasta cuando las condiciones laborales no son las adecuadas”. También denunció la falta de respaldo a agentes en situación de vulnerabilidad, citando casos de violencia de género dentro de la institución.
Finalmente, Reibel hizo un llamado a valorar la labor policial desde una perspectiva humana: “Podemos tener más móviles y chalecos, pero lo que realmente hace falta es acompañamiento y humanidad. El personal necesita saber que no está solo”. Para ella, el diálogo y la construcción de políticas que trasciendan gobiernos son esenciales para fortalecer la institución.
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