El senador provincial por el Departamento Castellanos analizó los desafíos políticos y legislativos del año, marcados por la elección de convencionales constituyentes y la búsqueda de fortalecer al justicialismo.
El senador Alcides Calvo dialogó con Ciudadanos sobre el panorama político y legislativo que enfrenta Santa Fe en 2025. Destacó la importancia de las elecciones de convencionales constituyentes, el rol del justicialismo como oposición y la necesidad de fortalecer la conexión territorial con los ciudadanos en un contexto de grandes desafíos políticos, económicos y sociales.
Un año de intensa actividad política y electoral:
“2025 será un año de gran intensidad electoral”, afirmó Calvo. Este período estará marcado por la elección de convencionales constituyentes para la reforma de la Constitución de 1962, un hecho histórico que coincide con las elecciones intermedias de concejales, presidentes comunales y algunas intendencias.
El senador subrayó que esta instancia es posible gracias a la mayoría del Ejecutivo en ambas cámaras, pero advirtió sobre la relevancia de garantizar un debate amplio y participativo. “Es una bisagra no solo para la política provincial, sino también para la economía nacional, en un año donde se evaluará si las políticas implementadas por el gobierno nacional son sostenibles”, señaló.
Calvo reconoció los difíciles resultados obtenidos por el Partido Justicialista en los últimos comicios, pero mostró optimismo sobre su capacidad de recuperación. “El justicialismo siempre ha sabido recrearse y superar crisis. Ahora, más que nunca, debemos fortalecer nuestra estructura partidaria y ser una oposición visible y constructiva”, enfatizó.
El legislador destacó el rol del partido en mantener la continuidad y estabilidad interna bajo la conducción de Ricardo Olivera, al tiempo que abogó por “volver a enamorar al electorado santafesino” mediante propuestas claras y efectivas.
La reforma constitucional y el debate sobre la bicameralidad:
Uno de los puntos más controvertidos de la reforma constitucional es el debate sobre mantener la bicameralidad legislativa o adoptar un sistema unicameral. Calvo defendió el modelo actual, argumentando que la bicameralidad garantiza una revisión más exhaustiva de las leyes.
“Si bien podemos discutir cómo ajustar los costos de la política, la bicameralidad ha demostrado ser eficiente al permitir un mayor análisis y perfeccionamiento de las leyes. La unicameralidad, en cambio, corre el riesgo de sacrificar calidad legislativa en pos de celeridad”, explicó.
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