El policía está acusado de matar por la espalda a Juan Pablo Kukoc, un joven de 18 años. “Quedó más que probado que su fin en modo alguno era quitarle la vida a Kukoc”, indicó el fiscal en su dictamen.
En diciembre de 2017 mató a balazos a un ladrón que había apuñalado a un turista en el barrio porteño de La Boca. A partir de allí su vida dio un giro, por un lado se transformó en un símbolo de la derecha represora y el gobierno nacional reconoció esa tarea.
Por el otro, otros movimientos sociales, con los que tienen a los derechos humanos como bandera a la cabeza, lo repudiaban de todas formas posibles.
La cúpula del gobierno lo recibió, enalteció “su tarea” y en nombre de su figura decían que “había que reconocer la labor de las fuerzas de seguridad”. En enero de 2018, el juez de Menores Luis Velázquez procesó a Chocobar por “homicidio agravado por uso de arma y en exceso de la legítima defensa”. Junto a esa resolución le trabó un embargo de $400.000 sobre sus bienes.
Cuando se conoció esa medida, el policía recibió el apoyo del presidente Mauricio Macri, quien incluso lo invitó a la Casa Rosada.
También lo apoyaron el jefe de Gabinete, Marcos Peña; la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich; el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, y el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo.
Los cierto es que Chocobar estaba acusado de matar por la espalda a Juan Pablo Kukoc, un joven de 18 años.
Luego de varios dimes y diretes, varias idas y vueltas, Chocobar será juzgado por homicidio agravado en exceso del cumplimiento del deber”, un delito que tiene como máximo, 5 años de prisión como pena.
A su vez, el mismo tribunal que resulte sorteado va a someter a juicio al presunto cómplice de Kukoc, quien al momento del hecho era menor de edad y que está detenido por “tentativa de homicidio criminis causa”.
El fiscal Marcelo Martínez Burgos fue tajante: “quedó más que probado que su fin en modo alguno era quitarle la vida a Kukoc”, indicó en su dictamen.